Utilizamos dos latas vacias, una para cada pie. A las latas le hacíamos unos agujeros a cada lado y le atábamos una cuerda a cada lata.
Nos poníamos nuestras latas en los pies y cuerda en las manos, empezaba la carrera y el que llegaba antes a la meta sin caerse ni poner los pies en el suelo era el gana
Alumna: María Urbano Rivas
Fuente: Mª Catalina Rivas Blanca